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¿LAS ESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS PODRÍAN COLAPSAR?

“Por más investigaciones que se trabajen, todavía no hay la posibilidad de proponer soluciones, porque la ciudad no cuenta con los recursos suficientes”, así lo afirma Eduardo Forero, funcionario de la Secretaría de Planeación de la Alcaldía de Pereira, al referirse  al riesgo inminente que afronta el sector de Pinares con la quebrada La Dulcera.

La quebrada La Dulcera, uno de los 27 cuerpos de agua que recorre Pereira, de oriente a occidente, fue canalizada y sepultada hace 37 años en el distinguido sector de Pinares. El trayecto de la canalización se divide en tres partes y uno de ellos se encuentra en estado de deterioro. Se trata del  primer tramo, que nace en la calle Cuarta y se extiende hasta la carrera 18, es decir, desde el conjunto residencial Alquitrabe (localizado en la carrera 16),  hasta  la Clínica Pinares Médica.  La siguiente imagen muestra el sector afectado.

Imagen 1

Fuente: imagen extraída del informe que realizó la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Pereira S.A 2017

En el año 2017, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Pereira S.A. por iniciativa  propia, realizó una inspección en esta quebrada y anunció en sus resultados,  a través de un documento enviado a la Alcaldía de Pereira, que la canalización del tramo 1 fue construida con material de mala calidad, además presentaba condiciones preocupantes como insuficiencia hidráulica, fallas estructurales y sus paredes estaban agrietadas.

La Alcaldía exigió un segundo evaluador, en 2018 se contrató a la  empresa de consultoría Sala de Ingeniería de Manizales S.A. para corroborar que lo dicho por la anterior entidad  era cierto. En la nueva revisión se aseguró que sí existía un riesgo inminente y su estudio declaró como evidencia una amenaza por subsidencia, lo que indicaba que podría haber posible colapso de la canalización La Dulcera por tener una premisa de alto grado de deterioro en su estructura de cemento  o  box coulvert, como  se puede ver en las dos siguientes fotos.

Fotografía 1 

Fuente: Fotografía extraída del informe que realizó  la empresa Sala de Ingeniería de Manizales S.A.S 2018.

Fotografía 2

Fuente: Fotografía extraída del informe que realizó  la empresa Sala de Ingeniería de Manizales S.A.S 2018.

Lo que causaría una infiltración del agua o, en el peor de los casos, el  derrumbe de ellos, todo dependiendo del  soporte de cada diseño arquitectónico; y segundo, consecuencia del primero, sería el colapso que provocaría una obstrucción dentro del box coulvert que conllevaría  a un represamiento del agua, al punto de llevar a un rebose y con lo cual las cámaras no superarían  la resistencia y se  generaría una avenida torrencial.

Esta situación activó las alarmas en  la Alcaldía de Pereira porque para mitigar  el riesgo  se tendría  que  comprar  todos los terrenos o reubicar  las personas propietarias  habitantes de la zona en riesgo y dar apertura a  la  canalización de la quebrada, con el propósito de realizar mantenimiento, mejorarla y garantizar  estabilidad de las estructuras.

Han pasado tres años, desde 2017 a 2020 que se anunció la alerta, Eduardo Forero: “La Alcaldía de Pereira no tiene los recursos suficientes, que según los cálculos serían unos  $200 mil millones de pesos,  que se requiere para afrontar la situación, por eso la Alcaldía de Pereira aún no ha ejecutado los planes de intervención”.

“Por más investigaciones que se trabajen, todavía no hay la posibilidad de proponer soluciones porque el municipio no cuenta con los recursos suficientes”, así lo afirma Eduardo Forero, funcionario de la Secretaría de Planeación de la Alcaldía, al referirse  al riesgo inminente que afronta el sector de Pinares con la quebrada La Dulcera.

¿Cómo es posible que haya edificios encima de una canalización?

Un trabajador de la Empresa Aguas y Aguas de Pereira, que decidió no ser identificado, manifestó que existían constructoras que edificaron encima de la canalización y que por un tiempo estuvieron sin licencia. Esta misma persona sostuvo  que los dueños de muchos de los edificios que se encuentran hoy en riesgo, aunque tuviesen el conocimiento de la complicación que se iba a presentar a futuro, tenían un  interés  económico y, al parecer,  no les generaba preocupaciones el daño actual, el posterior deterioro del box coulvert y la vulnerabilidad del sector sobre la quebrada, aun así, la responsabilidad total no les corresponde a ellos, ya que también están involucradas las entidades públicas.

Para evitar el averío y debilitar las estructuras que antes se mencionaron, se supone que el debido proceso obliga a que las constructoras, antes de intervenir terreno, deban dirigirse a la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder, para que se realice el estudio pertinente de suelo y se verifique si es terreno firme, viable y cumple con la normativa de 30 metros de distancia a fuentes fluviales, con el propósito que las estructuras en el futuro no se deterioren.

Además, según lo dicho por Carlos Alfredo Crosthwaite, exconcejal de Pereira, una vez obtenida la aprobación de la Carder, el proyecto de edificación debe presentarse a la Curaduría (encargada de aprobar los proyectos de urbanización de la ciudad), para delimitar cuáles sectores son adecuados para la construcción y cuáles no, rigiéndose por el POT (Plan de Ordenamiento Territorial de Pereira) el cual permite la construcción de obras en la ciudad.

Sin embargo, de acuerdo con Armando Villegas , ingeniero civil, existe una gran falta de gestión logística por parte del municipio y la Carder, que junto con la falta de documentación y registros sobre  quiénes fueron los primeros actantes en canalizar las quebradas, será complicado realizar la supervisión adecuada del sector afectado.  

¿Quién es el responsable de actuar ante la alerta de La Dulcera?

Forero  menciona que aunque la Alcaldía y la Empresa Aguas y Aguas de Pereira debieron trabajar en mejorar el cauce de la quebrada, nadie se responsabilizó porque  el  municipio se encuentra en deuda con Findeter por el colector Nuevo Egoyá, otra estructura del centro de Pereira que se comenzó a intervenir en el  2018 por razones similares a las de  La Dulcera.

Por otro lado, Aguas y Aguas de Pereira es reconocida como una empresa que trabaja solo  con aguas residuales y La Dulcera recibe  aguas lluvias, por eso ella no sería  responsable de nada, así lo considera el exconcejal y excandidato a la Alcaldía de Pereira, Carlos Alfredo Crosthwaite, asimismo, en el transcurso de la investigación de empresas involucradas como la Carder , Aguas y Aguas de Pereira y el municipio, se dio a conocer que ninguna se sentía en la obligación de responder por el problema actual, aseguraban que no eran los responsables de la solución del tramo 1 de La Dulcera, así lo asegura Luz Elena Agudelo, procuradora Ambiental y Agraria de Pereira.

Después de analizar la gravedad de la situación y de los estudios realizados, la Procuraduría Ambiental interpuso una demanda popular en el año 2017, radicada con el número 201700378, y que en la actualidad  cursa  en el Juzgado Tercero Administrativo de Pereira. Dicho proceso señaló responsable al municipio, porque desde el comienzo no se adoptaron  las medidas necesarias de  mantenimiento para evitar el riesgo; por otro lado, la Empresa Aguas y Aguas de Pereira quedó  absuelta porque se asumió que no se tenía claro cuál era su rol en la situación. En 2018 el fallo determinó que el municipio de Pereira era el responsable de reaccionar ante la amenaza.

La procuradora Ambiental y Agraria de Pereira declaró que: “En ese mismo año se presentó una sentencia que derogó  la  declaratoria de Calamidad Pública por un término de seis meses”, donde esta sentencia afirma que sí existe una amenaza y obliga al municipio de Pereira a tomar medidas preventivas para mitigar el riesgo, pero la sentencia del 2018 fue apelada por el municipio y en estos momentos está radicada en el Tribunal Administrativo de Risaralda a la espera de la decisión del magistrado que lleva el caso. Mientras tanto la amenaza es latente, sin embargo, Carlos Maya en su candidatura afirma tener conocimiento del tema y garantiza la gestión de este tramo, así lo menciona en el siguiente video. 

¿Qué ha hecho el municipio?

En el 2018 la Alcaldía de Pereira solicitó a los propietarios de predios en la zona en riesgo,  realizar el estudio llamado ‘Vulnerabilidad estructural’ para diagnosticar el estado de cada una de las viviendas afectadas, sin embargo, al consultar con los vecinos  muchos se quejaron por  no contar con el dinero para realizar el análisis de la estructura de sus viviendas, el cual es el único medio para demostrar las condiciones de deterioro de sus viviendas, según Patricia Duque, propietaria de una de las casas afectadas por las condiciones del colector, afirmó que “dicho estudio tiene un costo aproximado de 15 millones de pesos por edificio y 5 millones por casa”.

Los dueños de las 16 casas afectadas sienten preocupación ante la problemática, y además un sentimiento de indignación  contra al municipio por no asumir los costos de la realización de los estudios ya que este está fuera del alcance monetario de ellos. Ante esta situación los afectados, desde 2017, han realizado reuniones comunales dirigidas por Jairo Nieto (un habitante del sector desde hace 28 años) y junto al exconcejal  Crosthwaite, quien funge como  vocero para discutir el problema y compartir propuestas de solución. También elaboraron una carta con ayuda de la Procuraduría Ambiental con el fin de ser enviada a Juan Pablo Gallo, quien para la época era el alcalde de Pereira,  para manifestar la inconformidad de la mala gestión y planeación ante un posible riesgo como  muestra las siguientes imágenes , pero no lograron solución alguna.  

Evidencia de la carta de los vecinos que enviaron al entonces alcalde de Pereira  Juan Pablo Gallo.

En vista de lo anterior,   la incertidumbre de los vecinos ha aumentado, han  pasado tres años y no han obtenido  respuesta por parte del municipio ni de un ente que los pueda respaldar ante la vulnerabilidad que presentan sus hogares. Este riesgo inminente, como se mencionó antes, sería  el efecto de realizar edificaciones encima de suelos deteriorados o en superficies encauzadas y las consecuencias de no respetar la norma del Ministerio de Agricultura del artículo No 3o. del decreto 1449 de 1977 impone que:

En relación con la protección y conservación de los bosques, los propietarios de predios están obligados a… respetar: una faja no inferior a 30 metros de ancho, paralela a las líneas de mareas máximas, a cada lado de los cauces de los ríos, quebradas y arroyos, sean permanentes o no y alrededor de los lagos o depósitos de agua.

¿Y ahora qué va a pasar con los habitantes del sector?

Esta amenaza es un tema delicado por la afectación económica, social y ambiental que este riesgo representa para la ciudad, en caso que no se haga una intervención pronta y lo advertido se presente antes de lo esperado, la cantidad de pérdidas humanas están estimadas en más de 550 personas y un derrumbe o un hundimiento de los edificios puede ocasionar destrucción de las calles como deterioro de las carreteras, problemas de salud con las enfermedades que se pueden despertar como respiratorias por los olores fétidos o dermatológicas que se derivan de estos, contaminación del ambiente por el estancamiento del agua al acumularse gérmenes en espacios cerrados.

No obstante, Forero comenta que: “No hay presupuesto para crear solución, no se sabe dónde conseguir los recursos suficientes para intervenir y si la apelación se apresura, el municipio está obligado a buscar el dinero para cumplir con el deber social y proteger el bienestar ciudadano”.

Pero eso deja a la espera a que se presente un colapso para poder poner un plan en marcha, y la Alcaldía no entiende que la mayoría de los propietarios del sector de Pinares todavía se  encuentran con la intranquilidad e incertidumbre al  no saber qué les espera en el futuro en relación con la seguridad física de sus hogares, saber que son alrededor de 550 personas que viven en la zona, expuestas al peligro que corren sin contar los ciudadanos que caminan a diario por el sector.

El municipio no da respuesta alguna, además de no contar con el dinero para poder solucionar el problema, tampoco existe un apoyo externo  que obligue a la Alcaldía de Pereira a realizar su labor y las acciones necesarias para darle bienestar a la comunidad.  A esto se suma, lo que los vecinos de Pinares califican como desinformación ante los problemas graves que se presentan en la ciudad y que pueden afectar a toda  Pereira, además el actual alcalde Carlos Maya, aseguró durante la campaña electoral  en el 2019 que si él llegaba a ser elegido como mandatario de Pereira 2020-2023 generaría solución al tramo 1 de la canalización La Dulcera como se puede ver en el siguiente video.

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